Los venezolanos salieron nerviosos a las calles en la tarde del martes, luego que un sismo de 7.3 grados sacudiera la costa norte del país, sin que hasta el momento se hayan reportado víctimas del movimiento telúrico.
El sismo, cuyo epicentro fue registrado a unos 400 kilómetros al este de Caracas, se sintió con fuerza en la gran mayoría de las ciudades del país, obligando a millones a salir de sus hogares.
El evento también sacudió con fuerza a Colombia, las islas de El Caribe e informes de prensa resaltaban que la vecina Trinidad y Tobago registraba serios daños de infraestructura.
El Servicio Geológico de Estados Unidos reportó que el temblor tuvo una profundidad de 123.2 kilómetros y el epicentro se ubicó 20 kilómetros al nornoreste de la localidad Yaguaraparo, estado Sucre.
El gobernador del Estado de Sucre, Edwin Rojas, secundó el parte de daños: “Todos los 15 municipios del estado, desde Güiria hasta Cumaná, sintieron un gran impacto pero gracias a Dios no hay víctimas ni pérdidas materiales que lamentar", escribió en su cuenta de Twitter.
El sismo no sólo afectó a Venezuela, sino también tuvo repercusiones en Trinidad y Tobago, Granada y Colombia. En Trinidad hay cortes de electricidad y varios daños materiales, según Stuart Young, ministro de comunicación del país.
En Caracas, la capital del país, poco habituada a éste tipo de incidentes, las agencias noticiosas reportan gran afluencia de personas en las calles, quienes abandonaron los edificios en los que se encontraban durante y después del movimiento telúrico.